1 de junio de 2009

CRECER

Ha llegado ese momento. Ese día en que tu hija pasa tantas horas al teléfono, recibe tantas llamadas que sólo suena para ella y el terminal está siempre en su cuarto. Ese momento en que ¿ mamá puedo quedar este viernes? ... La época de suspensos con una sonrisa, las peleas con su hermano : "es tonto mamá " . Empieza a estudiar la tabla Periódica. Se pasa el día escuchando música ( versión cascos-mp3 ) sólo piensa en tuenti y messenger y El Crepúsculo . Una sombra de ojos, un brillo en los labios. De repente es más lista que yo. Más alta. ¡Cielos!, se acerca el momento de lo-sé-todo y tu-no-tienes-ni-idea-mamá.

¿Pero cómo ha pasado tan rápido?

Ese día en que inexorablemente nos damos cuenta de a dónde hemos llegado, nos hemos hecho mayores sin querer. Hemos dejado atrás la juventud, aunque nunca lo sintamos así por dentro y el espíritu indomable de nuestra más inocente y soñadora infancia se agarre férrea , resistiéndose a abandonarnos, acompañándonos en los momentos que más solos estamos. Siempre presente recordándonos quienes somos. Somos esa criatura llena de sueños, esperanza, ilusión que desprende un afán indestructible de querer amar y ser amado. Que sigue creyendo en uno mismo y en los seres humanos. Sólo hay que rascar un poco en cada uno de nosostros para encontrar ese infante.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hija mía, percibo en tus palabras un pequeño tinte de nostalgia por el tiempo pasado..y tienes razón, ¿Dónde se fué el tiempo de los azules? Si seguimos siendo los mismos..Es el tiempode la reflexión y el sentido, pero tambien es el tiempode coronar con honores todo un hilo de ilusión yexperiencia.. es un tiempo de plenitud y libertad..Y dentro dentro, eres la de los 17 que tenía tan claro el porvenir y la vida...
Eso, eso, es el vivir..Con tu alegría constante y tu sensibilidad serás siempre la misma. Afortunadamente.
Y no olvides, que yo, siempre estaré ahí, queriendote.

ana dijo...

¡¡Y yo también!!