Que barbaridad, decirme que si juego al paddel o al tenis... Es que tengo antebrazos de tenista!!!!
Si , creedlo.
Para mí es un honor que alguien 10 ó 15 años menor que yo se fije en mis músculos, aunque sean los del antebrazo.
Hace dos años me compré la raqueta de paddel, pero he bajado dos o tres veces a jugar. Me da pereza, la verdad.
Últimamente llego a casa tan cansada, mental y físicamente que sólo me apetece no hacer nada y navegar en el océano de internet.
Además tengo dos hijos en la ESO, sobre todo el pequeño, en primero, me necesita para que no se tuerza, que el cambio a la ESO se nota, ya lo pasé con la mayor. La mayor en tercero, aunque tercero es más difícil ella ya sabe como enfocarlo, la veo más centrada. Lo pasará mal, pero ahora tiene las armas para enfrentarlo.
Creo que este momento es precisamente cuando más me necesitan los hijos, en calidad sobre todo. Estar en el momento justo, aunque dejándolos solos para tomar sus decisiones y asumir sus errores, pero estar ahí para cuando lo necesitan, aún cuando ellos no son conscientes de que te necesitan. Y ayudarles con nuestro silencio, nuestro saber escuchar, con nuestro apoyo a sus proyectos e ilusiones. Que sepan que te gustaría ir con ellos al cine, aunque respetes que ellos no quieran contigo.
Si , creedlo.
Para mí es un honor que alguien 10 ó 15 años menor que yo se fije en mis músculos, aunque sean los del antebrazo.
Hace dos años me compré la raqueta de paddel, pero he bajado dos o tres veces a jugar. Me da pereza, la verdad.
Últimamente llego a casa tan cansada, mental y físicamente que sólo me apetece no hacer nada y navegar en el océano de internet.
Además tengo dos hijos en la ESO, sobre todo el pequeño, en primero, me necesita para que no se tuerza, que el cambio a la ESO se nota, ya lo pasé con la mayor. La mayor en tercero, aunque tercero es más difícil ella ya sabe como enfocarlo, la veo más centrada. Lo pasará mal, pero ahora tiene las armas para enfrentarlo.
Creo que este momento es precisamente cuando más me necesitan los hijos, en calidad sobre todo. Estar en el momento justo, aunque dejándolos solos para tomar sus decisiones y asumir sus errores, pero estar ahí para cuando lo necesitan, aún cuando ellos no son conscientes de que te necesitan. Y ayudarles con nuestro silencio, nuestro saber escuchar, con nuestro apoyo a sus proyectos e ilusiones. Que sepan que te gustaría ir con ellos al cine, aunque respetes que ellos no quieran contigo.
1 comentario:
Ahí, corazón, ahí.
Es el momento más dificil y el que marcará para siempre sus mentes y sus almas...
Encarrilarlos, orientarlos, protegerlos desde lejos, con mano fina y suave...
Y pon risas, muchas risas. La sensación de que la responsabilidad y el compromisa no están reñidas con la alegría..
Por cierto qué alegría siento cuando veo el resultado mío con vosotros..AAAAYYYYYY!!!!!!!!! ¿quién volviera a esos tiempos??!!!!
BEsos.
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