Sólo se necesitan unos segundos. La oscuridad del alma, la luz del corazón. Un instante y se apaga la luz. Un suspiro y una nueva llama de esperanza y alegría. Una mirada a la nada en lágrimas de desarraigo y desolación. Otra mirada a la inocencia y el futuro. Las dos caras de la vida. Las dos casi únicas cualidades que nos unen a todos los seres vivos y que nos igualan inexorablemente e indicutiblemente.
Ayer la tragedia de Lorca, soprendente, aterradora, fugaz y cruel. Al mismo tiempo un nuevo ser venía a la vida con valentía, arropado con ese gran cariño de toda una familia, ilusión , admiración y respeto de los amigos y allegados.
Mis sentidas condolencias a todos los afectados del terremoto de ayer y a todos los desarraigados de las tragedias naturales de nuestro mundo.
Y mi más sincera y cariñosa felicitación de enhorabuena por este nuevo niño, tan deseado y querido a sus padres, abuelos y demás familia.
BIENVENIDO QUIQUE
1 comentario:
curioso lo que cambia la vida en un segundo, tanto para bien como para mal.
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