12 de febrero de 2012

Trabajo




No siempre el más inteligente es el más adaptativo. No siempre el que mejor se adapta y sobrevive es el más inteligente. La adaptación a las circunstancias es la selección natural, pero muchas veces es producto de la casualidad y no un fruto de la reflexión ni de un esfuerzo u objetivo buscado. 
La inteligencia y el talento están sobrevalorados, pero lo verdaderamente importante es la capacidad de trabajo, la voluntad de querer mejorar, de superarse. Todo lo que se consigue con esfuerzo se valora mucho más. El trabajo diario es la inversión en nosotros mismos y es lo que nos salvará en las ocasiones en las que la falta de talento, el cansancio o el hastío nos invadan. Tener fe en uno mismo y esforzarse.

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