9 de febrero de 2008

EGOIST


Nadie sabe por qué, pero existen.
Sólo quieren los suyo, no les importa por encima de quien pasan. No miran atrás, no sienten remordimientos ni pesar. Son capaces de pedir y pedir sin medida, pero nunca dan si no es a cambio de algo. Cuando tienen un problema, es EL PROBLEMA, y lo tuyo son sólo pequeños problemitas que nada tienen que ver con ellos: “ES TU PROBLEMA, CHATA”. No sé por qué se les aguanta y no les decepcionamos con un “NO” a tiempo.
Es una de las cosas que hay aprender para sobrevivir, decir “NO” a quien no sabe decir “SI”

5 comentarios:

Fco. Javier García Liébana dijo...

En efecto, el egoísmo es uno de los principales males de la sociedad en la que vivimos. El mundo debería ser de los generosos... pero no... es de los egoístas. Quizá porque no tienen remordimientos ni conciencia. Mi padre suele decir. "los que sufrimos somos los que tenemos vergüenza" y, lamentablemente, es así.
Personalmente, creo que el principal error de los generosos no es dar en demasía, sino querer esperar de los demás lo mismo que nosotros estamos dispuestos a dar. ¡Craso error!
Pero no escarmiento...
:-(

Joaquin Moro dijo...

Joaquin.Moro
El primer pecado sobre la tierra: el egoísmo. Este fue el pecado de Adán, manzanas al margen, el no reconocer que había alguien superior a él y que lo importante era buscarse a sí mismo ante todo para satisfacerse.
Lo importante es saber reconocerlo y, no por ello dejaremos de ser como Adán - con ello nacemos y con ello morimos- desde aquel momento los seres humanos no hacemos otra cosa: renunciamos a darnos a los demás; ¡mi tiempo es mío!, no bajamos la cabeza ante nadie, renunciamos a la paternidad (caray con la frase), renunciamos a cuidar de nuestros padres en la vejez, nos molesta todo aquello que pueda "mover" nuestra vida. Vivimos en un enorme sillón de orejas mirando la vida y esperando que no pase nada a nuestro alrededor que nos saque de nosotros mismos; ensimismados en el "YO" y, cuando hacemos algo por alguien deseamos que nos los agradezcan como si hiciéramos algo extraordinario.
No es necesario mirar a los demás, el egoísmo no está tan lejos de cada uno de nosotros. Si no fuéramos egoístas seríamos Dios, a lo que estamos llamados, a tener su misma naturaleza. Pero mientras llega somos dioses de nosotros mismos, insaciables e insatisfechos, siempre. No digo que con mal corazón, pero ¿nos hemos parado a pensar que no somos mejores que nadie?. No seamos como el publicano que rezaba dándose golpes de pecho en el fondo del templo diciendo "Señor, yo no soy como ellos"

Sonsomar dijo...

¡¡Hombre!! Joaquín Moro.Gracias por comentar en mi blog, siempre es alentador comprobar que alguien te lee. Aunque después de 20 años me esperaba algo más personal y cariñoso. Pero creo que tu propio egoismo de querer hablar sólo de lo que tú quieres hablar te ha traicionado. De todas maneras tendré en cuenta tus consejos.
Un beso.
Sonsoles

ana dijo...

"renunciamos a la paternidad (caray con la frase), renunciamos a cuidar de nuestros padres en la vejez, nos molesta todo aquello que pueda "mover" nuestra vida. Vivimos en un enorme sillón de orejas mirando la vida y esperando que no pase nada a nuestro alrededor que nos saque de nosotros mismos; ensimismados en el "YO"..." Moro dixit. ¿Hablas por tí, supongo?
Hay muchas formas de egoísmo...Y muchos ensimismados en su "yo" de la clase que sea, que miran por encima del hombro (o del corazón) cuestionando –o despreciando o ignorando, sin más– a los que no son como uno, incapaces de abrirse al otro. Y así tampoco se dan... no son generosos con los demás. Hay muchas formas de darse a los demás... En este mundo... Y no todas son mirando al cielo. Por supuesto todos somos algo egoístas. Unos más inconscientes que otros... Algunos mirándose más al espejo que otros.. Y otros... dan bofetadas a los demás y encima van de víctimas...

Sonsomar dijo...

Estoy contigo,hermanita.