La Comisión Nacional de la Especialidad de “Anestesiología y Reanimación” y la Junta Directiva de la Sección de Cuidados Intensivos de la “Sociedad Española de Anestesiología y Reanimación” quieren colaborar con la actual agenda de modernización sanitaria que tiene como pilares el gobierno clínico y la gestión eficiente. Bajo este prisma, creemos que se impone una renovación de la prestación asistencial que incorpore herramientas para la calidad y el desarrollo de la mejor práctica, la cultura de la seguridad, las vías de asistencia integrada y la perspectiva del usuario. Este nuevo contexto de organización sanitaria hace más oportuno, urgente, y a nuestro entender ineludible, la actualización de las áreas de conocimiento y actividad clínica de las especialidades médicas, y consideramos prioritaria en este sentido la atención al paciente crítico.
Exponen:
1.
Que los cuidados intensivos son una competencia central en la formación
de un anestesiólogo (cfr. Postgraduate training program UEMS/EBA
Guidelines 2011) y que en Europa es la especialidad que principalmente
se hace cargo de los pacientes críticos (cfr. Intensive care medicine: a
multidisciplinary approach! Eur J Anaesthesiol. 2011; 28: 313-5).
2. Que en España más del 40% de las camas de cuidados intensivos están en manos de anestesiólogos (cfr. Rev Esp Anestesiol Reanim. 2010; 57: 341-50) y que los anestesiólogos ejercen la reanimación y la medicina de cuidados intensivos en diversas localizaciones hospitalarias: unidades de reanimación; unidades de cuidados intensivos quirúrgicas, médicas, polivalentes o de especialidades (cardiovascular, neuroquirúrgica, neumológica, hepatológica); quirófanos (anestesia quirúrgica de pacientes críticos); unidades de recuperación postanestésica; unidades coronarias y urgencias.
3. Que algunas unidades de reanimación o cuidados intensivos quirúrgicos carecen de reconocimiento administrativo, quedando los pacientes asignados a otros servicios y ocupando “camas ficticias” en planta de hospitalización - en lo que a actividad asistencial se refiere- a veces durante periodos de tiempo muy prolongados. Esto genera un desorden estructural, nada deseable, en el proceso asistencial, ya que es el Servicio de Anestesiología-Reanimación el responsable del manejo clínico “de hecho” aunque no “de derecho”. Paradójicamente, en estos casos sigue siendo el Servicio de Anestesiologia-Reanimación el destinatario de los gastos materiales incurridos durante la estancia del paciente en la unidad.
4. Que dentro de los requisitos de acreditación de las unidades docentes de “Anestesiología y Reanimación” actualmente vigentes en España se exige la existencia de una unidad de reanimación –cuidados intensivos de Anestesia - que disponga de una cama por cada 1,5 quirófanos y que funcione de forma ininterrumpida durante 24 horas del día sin límites de patología ni de duración de estancia (cfr. http://tinyurl.com/6x3x25e), con las consecuencias que tendría para el conjunto de la asistencia anestésica en España el no permitir la docencia en los centros que no cumplieran este requisito.
5. Que en España se necesita una normalización de la situación de la Anestesiología, que ponga fin a la competencia con “Medicina Intensiva” y que mejore la eficiencia en las unidades de cuidados intensivos, evitando plantillas hipertrofiadas para la cobertura de guardias.
2. Que en España más del 40% de las camas de cuidados intensivos están en manos de anestesiólogos (cfr. Rev Esp Anestesiol Reanim. 2010; 57: 341-50) y que los anestesiólogos ejercen la reanimación y la medicina de cuidados intensivos en diversas localizaciones hospitalarias: unidades de reanimación; unidades de cuidados intensivos quirúrgicas, médicas, polivalentes o de especialidades (cardiovascular, neuroquirúrgica, neumológica, hepatológica); quirófanos (anestesia quirúrgica de pacientes críticos); unidades de recuperación postanestésica; unidades coronarias y urgencias.
3. Que algunas unidades de reanimación o cuidados intensivos quirúrgicos carecen de reconocimiento administrativo, quedando los pacientes asignados a otros servicios y ocupando “camas ficticias” en planta de hospitalización - en lo que a actividad asistencial se refiere- a veces durante periodos de tiempo muy prolongados. Esto genera un desorden estructural, nada deseable, en el proceso asistencial, ya que es el Servicio de Anestesiología-Reanimación el responsable del manejo clínico “de hecho” aunque no “de derecho”. Paradójicamente, en estos casos sigue siendo el Servicio de Anestesiologia-Reanimación el destinatario de los gastos materiales incurridos durante la estancia del paciente en la unidad.
4. Que dentro de los requisitos de acreditación de las unidades docentes de “Anestesiología y Reanimación” actualmente vigentes en España se exige la existencia de una unidad de reanimación –cuidados intensivos de Anestesia - que disponga de una cama por cada 1,5 quirófanos y que funcione de forma ininterrumpida durante 24 horas del día sin límites de patología ni de duración de estancia (cfr. http://tinyurl.com/6x3x25e), con las consecuencias que tendría para el conjunto de la asistencia anestésica en España el no permitir la docencia en los centros que no cumplieran este requisito.
5. Que en España se necesita una normalización de la situación de la Anestesiología, que ponga fin a la competencia con “Medicina Intensiva” y que mejore la eficiencia en las unidades de cuidados intensivos, evitando plantillas hipertrofiadas para la cobertura de guardias.
Por todo lo cual,
Solicitan:
1. Que se reconozcan
administrativamente las camas de las unidades de reanimación o cuidados
intensivos gestionadas por Anestesiología-Reanimación.
2. Que se mejore la dotación y el número de camas de cuidados intensivos a cargo de Anestesiología-Reanimación, mal llamadas reanimaciones, para mejorar la eficacia de las mismas.
3. Que se estudie la eficiencia de las unidades de cuidados intensivos tanto de “Anestesiología y Reanimación” como de “Medicina Intensiva” para conseguir unos niveles de calidad costo-eficientes imprescindibles en el actual momento socioecónomico.
En Madrid , a 6 de octubre de 2011
Dr. D. Juan Navia, Presidente de la Comisión Nacional de la especialidad de Anestesiología y Reanimación.
Dr. D. Ramón Peyró, Vicepresidente de la Sección de Cuidados Intensivos de la Sociedad Española de Anestesiología y Reanimación (SEDAR)
Dr. D. Pablo Monedero, Vicepresidente de la Comisión Nacional de la especialidad de Anestesiología y Reanimación, Secretario de la Sección de Cuidados Intensivos de la SEDAR .
www.sedar.es
http://www.sedar.es/images/stories/032011/intensivecare.pdf
2. Que se mejore la dotación y el número de camas de cuidados intensivos a cargo de Anestesiología-Reanimación, mal llamadas reanimaciones, para mejorar la eficacia de las mismas.
3. Que se estudie la eficiencia de las unidades de cuidados intensivos tanto de “Anestesiología y Reanimación” como de “Medicina Intensiva” para conseguir unos niveles de calidad costo-eficientes imprescindibles en el actual momento socioecónomico.
En Madrid , a 6 de octubre de 2011
Dr. D. Juan Navia, Presidente de la Comisión Nacional de la especialidad de Anestesiología y Reanimación.
Dr. D. Ramón Peyró, Vicepresidente de la Sección de Cuidados Intensivos de la Sociedad Española de Anestesiología y Reanimación (SEDAR)
Dr. D. Pablo Monedero, Vicepresidente de la Comisión Nacional de la especialidad de Anestesiología y Reanimación, Secretario de la Sección de Cuidados Intensivos de la SEDAR .
www.sedar.es
http://www.sedar.es/images/stories/032011/intensivecare.pdf
No hay comentarios:
Publicar un comentario