10 de enero de 2012
Nuestra Sanidad
Son momentos a la deriva, el Capitán del Barco no está o como si no estuviera (está recién llegado o se va a ir, senil o enfermo, desmotivado o preocupado por otras cuestiones...) Se está terminando el carbón, la leña y los alimentos. La disentería y el escorbuto aparecen entre la tripulación brotando el cansancio y el desaliento por continuar remando, arriando o izando velas sin llegar a ver tierra firme en el horizonte. Las fuerzas están a punto de terminarse. Entre los marineros surgen ideas de abandono, desesperanza y rebeldía. Alguien tiene que reaccionar, algo tiene que pasar. ¿Donde está la generación "no perdida" entusiasta, trabajadora , rigurosa, responsable que pueda alimentar de nuevo la fe en el sistema, las persona, las instituciones...?
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