El ambiente de estos sitios es siempre triste, por muy decorado que esté y rodeado de comodidades y moderneces. Todos sabemos que les trae a este lugar a todos los demás y una pena colectiva se apodera de las miradas furtivas de reojo.
Es curioso como en estos momentos, a pesar de encontrarme fatal en el inicio contenido de una gastroenteritis, se aguanta el tipo y se continua, como hacen los demás con su cansancio, falta de sueño y un dolor profundo por la pérdida del ser querido.
Hay que seguir, con un poco de humor, como le gustaba a Antonio vivir la vida: luchador incansable, elegante y sufridor con dignidad.
Adiós Antonio, allá donde estés, cuida de todos nosotros infundiéndonos siempre un espíritu alegre, lúcido y amable.
1 comentario:
Grandes palabras para una gran persona. Como dicen la verdadera muerte es el olvido....Y Antonio ninguno de nosotros le olvidaremos.
Un beso Sonsoles.
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